Tiempo atrás se consideraba la función del profesor exclusivamente a la impartición de información para proveer a los alumnos una enseñanza. Sin embargo las funciones del mismo van más allá de simple mediador en la enseñanza.
No se puede considerar como profesor completo a quien no es capaz de saber crear un ambiente adecuado para la enseñanza. Este debe incitar al alumno a ser creador de su propio aprendizaje, ahora, toma el papel de guía y orientador ante el alumno.
Para poder lograr una atmosfera agradable es necesario que el maestro utilice una gran diversidad de materiales manipulativos e interactivos. Otro aspecto es flexibilidad en el diseño de la clase, permite que los intereses y las respuestas de los alumnos orienten el rumbo de las sesiones, determinen las estrategias de enseñanza y alteren el contenido.
No podemos pasar por alto que, la buena comunicación se logra a través de la atención y el respeto entre maestro- alumno, atendiendo a cada una de la interrogantes que se presenten y dar solución ya que de esta manera estamos logrando un mejor ambiente educativo. Proveyendo debida resolución a los problemas que pueda presentarse en su camino. Esta nueva visión del docente, nos permite hacer de nuestras aulas un espacio en el cual poder interactuar logrando los objetivos planteados.
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