martes, 6 de julio de 2010

LOS HABITOS DE UN BUEN ESTUDIANTE

John Ruskin: “Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”.

Ingresar al mundo de la educación en condición de estudiante es una experiencia de sueños que algunos sufren pero la mayoría disfruta. En todo caso, el estudio contribuye a modificar el proyecto de vida de quien se inicia en la aventura sin igual de mejorar sus conocimientos. Para obtener el mejor resultado es importante tomar algunas medidas relacionadas principalmente con la disciplina y la organización del tiempo.

1. Toma bien tus apuntes en clase. En plena época del internet, del computador portátil que muchos estudiantes llevan en el maletín y de las memorias USB en las que en cuestión de segundos se puede guardar toda la información de la clase, aun sigue siendo útil el cuaderno de notas.

Durante su exposición el docente hace cierto énfasis en los temas que para él son muy interesantes e importantes dentro del plan de formación y del programa de evaluaciones. Tomar apuntes, lejos de pasar de moda, se replantea para estos tiempos pues no se trata ahora de “copiar” lo que el orientador, “dicta” si no de consignar de manera oportuna y clara lo más importante de cada temática y sobre todo estar muy al tanto de lo que no esté en los libros, los documentos, o las ayudas didácticas suministradas.

2. Conversa con tu profesor con frecuencia. Tener una buena relación con los profesores permitirá consultarlos sobre aquellos temas en los que se necesita mayor claridad; información sobre la forma de realizar los trabajos y asesoría oportuna y certera.

Los docentes saben que su labor se cumple en el salón de clases pero también fuera de este. Casi siempre están dispuestos a darles atención a sus estudiantes siempre y cuando se les consulte dentro de ciertos horarios en el que tiene más posibilidad de ayudar. La buena relación con el docente tiene además la ventaja de que al final de los estudios, éste con base al conocimiento acerca de la personalidad y el profesionalismo de sus estudiantes podrá recomendarlos para que tengan buen inicio laboral.

3. Ten hábitos de vida saludables. Esta recomendación incluye el hacer ejercicios, dormir lo suficiente y mantener una dieta equilibrada. Vale decir que está alejado del concepto de vida sana el consumo de bebidas alcohólicas y drogas alucinógenas. El conocido principio de mente sana en cuerpo sano tiene plena validez en esta época. Quien tenga problemas de salud verá disminuida su capacidad de aprendizaje y su motivación para cumplir los compromisos escolares.

4. Provéete de un lugar cómodo y acogedor para estudiar. Cómodo hasta el punto que te permita concentrarte en los apuntes, documentos y materiales, pero no tan cómoda que te lleve a la excesiva relajación y con este al sueño (la cama, por ejemplo, no es un buen lugar para el estudio).

El lugar de estudio debe estar limpio, bien iluminado y con una temperatura agradable. Es necesario que no haya contaminación visual ni otros distractores. La mesa debe estar limpia y despejada. Sobre ella no debe haber nada que estorbe y ojala nada ajeno al material de estudio. Todo el ambiente debe invitar a la concentración y a la pasión por el estudio.

Apreciación personal: “Ingresar al mundo de la educación en condición de estudiante es una experiencia de sueños que algunos sufren pero la mayoría disfruta” en las etapas que existen en la vida de un estudiante, la mejor es ser universitario, es asertivo que debes despojarte de ciertas cosas para lograr alcanzar un sueño, sin embargo vale la pena.

Si se lleva a cavo los cuatro puntos anteriores se puede lograr un aprendizaje satisfactorio y completo.

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